Cinco cosas que he aprendido en los nueve meses desde que mi novio murió accidental y trágicamente a los 31, por Bryony King. – Vida. Muerte. Lo que sea.
1. El dolor es probablemente el peor sentimiento del mundo. Eclipsa la angustia, aunque estoy lidiando con eso al lado. El dolor lo consume todo. Es físico, aunque cada uno se aflige a su manera. No pude levantarme de la cama ni trabajar durante mucho tiempo. Esta es una enfermedad terminal con la que viviré hasta el día en que muera. Tener que despertarme todos los días sin que él esté en el mundo me hace sentir verdaderamente vacío. Trato de no pensar demasiado en ello.
2. El tiempo pierde su significado. Creo que he tenido dos vidas, la que estaba viviendo antes de todo esto, la que tenía un futuro con él, y esta nueva, desconocida, a la que me he visto obligado. No me reconozco en las fotos de antes. Relaciono todo con cuánto tiempo pasó antes de que muriera, o cuánto tiempo ha pasado desde entonces. Ha pasado casi un año y ese tiempo ha parecido moverse a la vez temiblemente rápido y dolorosamente lento.
3. Cuando Jason murió, una parte de mí se fue con él. Las partes de mí que no estaban seguras de mí, indecisas, indecisas, ansiosas, murieron con él. Me dejó con este increíble regalo de confianza y espíritu libre que se manifiesta al ser amado tan profundamente. Nunca he sentido nada igual. Siempre le estaré agradecido por eso, entre muchas otras cosas.
4. Las relaciones cambiarán. Situaciones como esta realmente te muestran con quién puedes contar. He recibido mensajes y apoyo de personas que nunca hubiera esperado, personas que me contactan con las que no he hablado en años, algunas que ni siquiera he conocido y algunas de las personas de las que esperaba, se quedaron cortas. No los culpo. La gente no siempre sabe qué hacer en estas situaciones. Saben que nada de lo que dicen podría cambiar la forma en que te sientes. A veces es bueno saber que la gente piensa en ti. He tenido la suerte de tener personas tan increíbles en mi vida que me han mantenido ocupado en casi todo mi tiempo libre, y no creo que hubiera sobrevivido sin ellos.
5. He sentido una fuerte sensación de urgencia desde que murió. Era un humano despreocupado, loco, espontáneo y deliciosamente impredecible, pero habría hecho cualquier cosa por cualquiera. He tratado de heredar esa mentalidad en mi enfoque de la vida ahora. Por difícil que sea enfrentar el mundo algunos días, por mucho que me duela el corazón hasta las profundidades de mi alma pensar cómo debería estar aquí conmigo haciendo todas estas cosas, tengo que seguir haciéndolo y crear tantos recuerdos como pueda. Ahora vivo para él, tanto como para mí.
Write a Reply or Comment